Nadie me va a decir como debe ser mi vida. Es hora de empezar a vivir, a ser fuerte como las margaritas lo son cuando una abeja se posa sobre ellas... O cuando una pareja de enamorados juegan:
-Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...
No se parten, no se dejan caer por ellas mismas. Hasta que llega el momento, que se marchitan o son arrancadas. Pero como yo no soy ninguna margarita...Nadie me va a marchitar mi vida, ni me arrancara mis ilusiones, ni tampoco mis sueños...
Nadie me va a herir.
Miriam Bonilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario