Te quiero, con tu risa que se oye a diez mil millas de distancia, con tus ojos que son capaces de reflejar el mar, cuando este no esta en calma. Con tu nariz esa que reconoce mis perfumes. Con tus oídos, que te avisan cuando llego. Con tus manos, que hacen que me estremezca y a la vez, sentirte. Con tus esperanzas, y tonterías, que son capaces de alegrarme. Por tu seguridad. Te quiero cuando vemos el fútbol y lo celebramos, cuando salimos a bailar y haces que me sienta la reina de la pista. Cuando tengo frio y me abrazas, o cuando me tiras a la piscina con ropa. Pero a pesar de todo por tus defectos, aquellos que te hacen no ser perfecto, como cuando te enfadas y frunces el ceño, cuando ríes y te salen esos agujeros en los mofletes. Cuando me dices lo que sientes y te ruborizas. Aunque nunca olvides que para mi, lo más imperfecto que posees, soy yo.
Miriam.
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