Que tu imagen juega en mi cabeza desordenando todas mis ideas. Que mis dedos se retuercen añorando una piel que nunca tocaron. Y que me muero por eclipsar el brillo de esos ojos que hace tiempo no tienen a quien deslumbrar.
Pero aprendí que caerse no significa salir derrotado, que el suelo no siempre es un mal sitio en el que estar. Y que aveces es más emocionante correr en contra del viento , que seque toda esta rabia que tengo dentro. Y que me despeine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario