Hoy, triste palabra.
Hoy, quiero ser las alas de un pájaro, elevadas por la fuerza y acariciadas fuertemente por el soplo del viento.
Hoy, no deseo ser una princesa, ser perfecta, pero tampoco niego que me consuele saber que nadie lo es.
Hoy para mí se acaba el mundo, no por nada, si no por todo.
Hoy me rindo, lo dejo.
Pero mañana, mañana... Vuelvo.
Miriam.
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